La vivienda, abierta al Sur y a las hermosas vistas, se genera a partir de la yuxtaposición de una serie de volúmenes, que crean un patio central y que permite una circulación selectiva, porche-salón-patio-comedor-exterior de nuevo.
La estructura de madera maciza hace que la edificación sea muy versátil, lo que favorece el proyecto de interiorismo. A pesar de que la casa es de un tamaño considerable, 750m², dispone de un buen número de estancias con una escala humana y amable.
El proyecto se abordó desde la línea de trabajo con la que en BATAVIA nos sentimos más cómodos. Piezas y colores neutros con formas simples y eternas, que se salpican con colores y otras piezas aisladas de diseño más marcado.
En esta vivienda, la textura vista del hormigón con encofrado de tablilla, acompaña la experiencia desde la propia entrada a la casa, hasta el porche principal. El hormigón, por tanto, es estructura y textura, sostenedor y decoración al mismo tiempo. El hecho de contar con esta textura del hormigón enriquecida con la correspondencia en las tablas de madera que suben por los paramentos, hizo que de modo especial, las tapicerías fueran más contenidas de modo que la serenidad de líneas de los elementos mencionados, tuvieran una presencia dignificada. La butaca del salón, la Ox diseñada por Hans J Wegner y editada por Jørgensen en el año 1960 es la protagonista indiscutible de la estancia.
En el comedor la presencia de la gran ventana al jardín, motivó la selección de unas texturas menos trabajadas y por este motivo se optó por pátinas y maderas casi crudas que relacionaran ambos universos. Otras piezas destacables son la chaise longue Traffic de Magis diseño de Konstantin Grcic o las mesas de centro JK table diseño de Jun Kamahara para Ritzwell.
ÁBATON
BATAVIA
Belén Imaz