Si hay una tónica general o una línea de trabajo común en todos nuestros proyectos de interiorismo y decoración, es la búsqueda de la optimización del espacio, la eficacia en las circulaciones, y la máxima penetración de la luz en el interior. Y este proyecto no es una excepción. Al derribo de tabiques y la descompartimentación de los espacios, se sumó la sustitución y modificación de las ventanas y sus carpinterías, modificando su configuración original, y dando lugar a una mejora considerable que se vio complementada por una estudiada racionalización de las geometrías por medio de armarios y estanterías.
En este sentido, para cubrir las necesidades de uso de los propietarios, en la habitación principal se generó un espacio independiente con antesala para la lectura, gimnasia y vestidor aportando una zona de uso multifuncional y sectorizada.
Con respecto a los muebles y decoración, los propietarios contaban con un buen número de objetos y alguna obra de arte con las que se sentían muy vinculados emocionalmente, y que tenían que tener su sitio y encajar con el nuevo continente. Los sofás de Verzelloni y la alfombra a medida conforman la base neutra sobre la que situar los recuerdos de los propietarios, y las notas de color que suponen los cojines de la colección BATAVIA. Destaca una pareja de butacas antiguas de mediados del siglo XX, ya piezas icónicas de nuestro sello, diseño de Hans J Wegner, que aportan la calidez que sólo la pátina del tiempo sobre el roble puede dejar. Las lámparas de Santa & Cole, otro de nuestros fetiches, son otro icono que cualifican la luz y el espacio.
Proyecto interiorismo: BATAVIA
Proyecto arquitectura: ÁBATON
Fotografías: Belén Imaz
ÁBATON
BATAVIA
Belén Imaz