Quizá nuestros proyectos más conocidos y publicados son casas de tamaños importantes y de un alto poder adquisitivo, pero se trata de las más notorias y la realidad es que no siempre es así, y no son mayoría. Tenemos un importante número de clientes que nos confían casas de tamaños menos espectaculares, dentro de lo que podríamos decir, un rango para todos los públicos. Este proyecto familiar es uno de ellos.
Este proyecto requería que los esfuerzos fueran concentrados de modo mayoritario en el salón. El salón tenía que ser un espacio multifuncional, con posibilidades de varios usos. El cliente no sólo quería las usuales zona de estar y zona de comer, sino que también era vital tener una mesa de trabajo. Las opciones espaciales no eran muchas, e incluir una mesa específica hubiese ido en detrimento de toda la configuración del salón, por tanto se decidió proponer una mesa que por un lado admitiese un uso menos cuidadoso con los roces permanentes del uso profesional, ordenadores, ratones, bolígrafos, cuadernos, herramientas cotidianas de trabajo, y que por otro lado funcionase con entidad y estética como mesa de comer, como diseño, parte del mismo.
Otro de los puntos importantes que se nos transmitió, era la búsqueda de serenidad estética y masculina. El cliente conocía bien nuestro trabajo, y nos solicitó un ambiente sereno y funcional, pero quería sentirse representado (sus muchos libros así lo harían), y que el ambiente general no fuera marcadamente femenino. La selección de las piezas, como la mesa de centro de la COLECCIÓN BATAVIA, y los colores oscuros contribuyeron a ello.
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BATAVIA
F. Arias e Ignacio Peña