El proyecto de interiorismo diseñado para esta vivienda incorporaba alguna dificultad. El planteamiento era abrir las estancias hacia el sur para permitir que la luz natural iluminara lo máximo posible, sin obviar las hermosas vistas del bosque colindante hacia el norte. Además, la vivienda debía contemplar una posible futura segregación en el momento en que la familia dejase de necesitar una casa con tantos metros cuadrados.
Como solución, se planteó una edificación en dos volúmenes proporcionados unidos por medio de un módulo formalmente diferenciado (que recuerda a la casa transportable APH de ÁBATON) que además vincula las dos orientaciones de la parcela. La arquitectura de los dos volúmenes fue planteada con cubierta a dos aguas con idea de recuperar el icono de casa tradicional tan presente en aquella zona.
El proyecto de interiorismo debía de incorporar las piezas que sus propietarios, aficionados a la decoración, ya tenían, así como otras piezas que habían comprado ellos antes de afrontar el proyecto. La idea era muy clara, generar sensación de hogar, albergar los recuerdos familiares, y vincular las áreas diferenciadas por sus usos de modo armónico, sin marcar ninguno por encima del otro.
Las piezas de decoración que se propusieron tienen distintas procedencias y lenguajes, destacando los taburetes de la cocina, de la famosa colección Diamond de Harry Bertoia diseñada en 1952 y editados por la marca Knoll, pasando por piezas de decoración nórdica como las sillas del comedor, piezas propias de decoración vintage como las sillas de exterior de madera, Adirondack , diseño de Thomas Lee de 1903.
Mobiliario: BATAVIA
Decoración: Yolanda Gonzalez
Proyecto arquitectura: ÁBATON
Fotografías: Belén Imaz
ÁBATON
Yolanda Gonzalez
Belén Imaz