Este ático del barrio de Salamanca de Madrid, es un buen ejemplo de una suerte de sincretismo decorativo, y de un trabajo creativo distinto al habitual de BATAVIA, en cuyo arranque nos encontramos con un surtido y muy personal número de piezas con el que trabajar, que el propietario colecciona. Además, partíamos de una casa con una estructura muy condicionada por un tejado a dos aguas, trasdosado a la mayor parte de la casa tiene en una cubierta inclinada de modo muy marcado, aunque con un ángulo muy tendido.
El salón, de grandes proporciones tiene una mezcla y profusión de piezas propias casi de una Wunderkammern debido al número de elementos, y a la colección de arte contemporáneo y arte primitivo de su propietario. Por otro lado, también contaba con otras piezas de mobiliario que su dueño estaba interesado en conservar, como la mesa de comedor o la pareja de sillas de Mies van der Rohe.
Este briefing nos motivó a buscar y seleccionar piezas sencillas y evitar que el ambiente se sobrecargara demasiado. El gran sofá de 5 metros de largo tapizado con una tela neutra clara, es un sofá recto y elegante de una gran sobriedad, de la marca VERZELLONI al que enfrentamos una pareja de butacas igualmente sencillas tapizadas en piel oscura, de la marca LIVING DIVANI. La mesa de comedor de herencia familiar, fue acompañada de unas ligeras sillas diseño de los Eames, y la mesa de la cocina de TOM DIXON con unas sillas de madera y enea.
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BATAVIA
Belén Imaz