El proyecto de este vivienda unifamiliar tiene una firma, y es la del estudio ÁBATON. La fluidez con la que los espacios se conectan, y la limpieza y honestidad de su arquitectura, es reconocible, así como agradecida, a la hora de recoger el testigo y ocuparse de la labor de su contenido, que la convierte finalmente en una obra redonda. El interiorismo y amueblamiento fue labor de BATAVIA.
El terreno, que era complicado, con una morfología a base de dos rectángulos unidos por un largo y estrecho pasillo, planteaba el reto de construir una vivienda que, a pesar de estar encajonada, tuviera sensación de espacio.
La paleta de colores se estructura en torno a unos colores base neutros (piedra, blanco, negro y madera) que se repiten durante toda la vivienda, salpicadas con algunas piezas en tonos cálidos (rojo sangre en interior, naranja en el exterior) que focalizan los puntos de vista en varias estancias de la vivienda.
El gusto de los clientes coincidía con algunas de nuestras grandes apuestas, por tanto, distribuidas por la casa podemos encontrar piezas contemporáneas como un gran aparador Leon de HORM en madera bois blond, una pareja de butacas Paulistano de OBJEKTO en cuero color Whisky y estructura de cromo o una lámpara Panthella de LOUIS POULSEN.
Con respecto a piezas de la COLECCIÓN BATAVIA, destacan una pareja de armarios chinos con laca original, una mesa auxiliar china antigua de madera de olmo, una mesa de centro de madera de teca o una butaca danesa de mediados de siglo.
ÁBATON
BATAVIA
Belén Imaz