El puff es un asiento blando que no tiene ni patas ni respaldo y que, hasta no hace demasiado, era generalmente de forma cilíndrica. El curioso nombre puf deriva de la onomatopeya francesa de pouf, que es el sonido que produce al liberarse el aire al sentarse sobre él una persona.
El puff moderno ya no se ciñe a su antigua forma cilíndrica sino que ha evolucionado en sus formas y rellenos considerablemente. Un puf de diseño y original actualmente poco tiene que ver con aquella imagen primitiva. Sus formas, tamaños, telas, colores, etc. se han diversificado de manera tan amplia que poco nos recuerdan a aquellos rígidos muebles rellenos de lana.
Pero en lo que la evolución del puf ha sido francamente notable y definitiva es en la manera en que se plantea su relleno. Nuevos materiales, nuevos modos de relleno, en los que se fragmenta los compartimentos que sirven de receptáculo al (mayoritariamente usado) poliestireno expandido para evitar que se deformen excesivamente.
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